martes, diciembre 11, 2007

OTRA VEZ LLEGASTE

Ya llega, ya viene, esos villancicos antiguos otra vez oiré, y el alboroto de algunos y los regalos para los sobrinos, y el abrazo amoroso a la familia y el aburrimiento y el cuestionamiento. Ya viene...
Es increíble cómo pasa y pasa el tiempo, es un año más lleno de soledad y con pocos avances, pero ya decidí no estar más triste, intentar lo posible, no dejar de hacer lo que me agrada, no mortificarme por ese dinero que YA DEBERÍA TENER y no tengo, por ese trabajo que no mejora, por esa persona que no llega.
Quiero esta Navidad algo distinto, quiero paz conmigo mismo, quiero sentirme bien con Lucho Rojas primero, agradarme, conversarme, entenderme, acompañarme más aún, proponerme cosas pero de común acuerdo entre "lo de adentro y lo de afuera"; incluso contentarme con las cosas que tengo y que a menudo dejo de disfrutar por esa terrible y enfermiza sed de más, de aquello "más" que no llega, que tarda tanto, y que me oprime el pecho y me produce ese temeroso sueño, ése que trato de sentir cada vez menos.
Eso quiero de esta Navidad, ser más humano (me ayudará Almodóvar), ser más hijo, más hermano, ser más yo. Creo que sí puedo, creo que son esas cosas simples de la vida que seres tan simples como yo dejamos pasar, dándonos cuenta, dejamos de ser felices, de estar contentos, de estar bien con nosotros. Quiero descubrir esta Navidad que soy capaz de querer y ser querido, que no soy tan malo, ni tan feo, ni tan aburrido, ni tan borracho, ni tan odioso, ni tan vacío como me veo aún y me ven aún, quiero que la Navidad sea eso para mí: descubrirme, descubrirlos...

lunes, diciembre 03, 2007

EL CINE


No me considero un cinéfilo, pero definitivamente me gustaría. Es que en realidad gozo mucho viendo películas, me encanta “enrollarme” en mi sillón con el control en la mano y una buena taza de té o café, y sufrir, reír, emocionarme, intrigarme, sobrecogerme con buenas películas. Por lo general me gusta de todo un poco, aunque para ser sincero, lo mío son los dramas.

“Perfume de mujer” (la escena del baile de tango es fantástica o el momento en que el Coronel quiere suicidarse o cuando acelera a toda velocidad el auto de lujo “robado”, siendo él un ciego). “La Sociedad de los Poetas Muertos”, “Danza con Lobos”, “Un destello en la oscuridad”, “Filadelfia”, “Secreto en la montaña” (la verdad que lloré con esa desgarradora historia de amor).

Pero, sin dudas he gozado más que con las películas de Pedro Almodóvar, desde la primera que vi, me parece que fue “Kika” hasta la última que pude ver (“La mala educación”). Sí, aún no he podido ver “Volver” y este último sábado disfruté nuevamente de una copia pirata de “Carne Trémula”.

Son estupendas, las historias son tan entretenidas, tan abiertas, se tratan los temas con tal naturalidad, el humor (a veces negro) finísimo y una sensualidad irresistible. “Todo sobre mi madre”, “Tacones lejanos”, “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, “Entre tinieblas”, “Qué he hecho yo para merecer esto”, “Matador”, “Hable con ella”. Todas creo, tienen la singularidad de tratar las “pobrezas” humanas de manera frontal, de tal manera que nos invita a la pluralidad, a escandalizarnos menos de las cosas que en la vida se pueden dar. Y la música, es incomparable, algo tan preciso y que hace que el espectador goce y se estremezca más con el momento, con la trama, con los actores.

No sé mucho de esto, quisiera saber más, pero lo que sí sé es que luego de verlas me siento más humano y menos “extraterrestre”, más contento y más motivado, más sensible y a la vez más fuerte. Es una mezcla de sentimientos y conceptos que me hacen más libre. En “Carne Trémula”, la escena de sexo es tan enérgica (por favor no es pornográfica) y con el fondo de Chavela Vargas que no me quedó otra cosa que repetirla hasta verla tres veces.

Aún no entiendo a la gente que piensa que el cine es sólo para reírse o para ver balaceras y patadas. El cine, lo compruebo, es arte, y el arte es para sentir quizá dejando a segundo plano el entender.

Quiero verlas todas, será difícil conseguirlas en mi “pueblo”, pero las encontraré, las seguiré sintiendo y gracias a él, me haré más humano cada vez.

martes, noviembre 13, 2007

TE BUSCO PABLO... YO TE BUSCO

Y aunque yo mismo no lo crea, estaba tan animado, con más entusiasmo y ganas de redescubrir el mundo, de ver cada mañana que las cosas pueden cambiar, ¡carajo! Hasta me había animado a escribir mi “misión personal”.

De pronto, una noticia increíble, desconcertante, que me vuelve a sumir en esa sensación de sueño y pereza de la que trato siempre, cada vez más frecuentemente, de escapar. Se fue, murió.

Hace tiempo que vivía en Chile, su madre es chilena; siempre venía a visitar a su esposa y amigos los eneros de cada año, y jugábamos, salíamos, gimnasio, cafés, juerga… Pero se murió, así de pronto, y me pregunto por qué no me contó que estaba enfermo, por qué no tuvo esa confianza conmigo si éramos (porque lo éramos) tan amigos. Nunca desde que se fue a Santiago perdimos el contacto, no le gustaba el “Messenger”, a mí tampoco y era poco de escribir, pero no dejábamos de hacerlo, correos y correos o cortas conversaciones por la red, eso era, pero era.

Creo que fuiste el mejor de mis amigos, cosas que te confié a ti difícilmente se las confié a otro, eras como un espejo, eras como un hermano (si, sé que te molesta que te diga “hermano mayor”), me las hiciste varias y buenas, por ti aprendí a reír y a gozar, por ti aprendí que la vida puede ser una fiesta cada vez que así quieras organizarla, tu me enseñaste, quizá sin querer, que casi todo es posible (y debes estar molesto por lo mal que aprendí la materia).

Pero te fuiste, hay una canción que me gustaba escuchar cuando estábamos ebrios con ron, cerveza o aguardiente, es una bella canción sobre la amistad de la que no me sé su nombre ni su autor, pero ahora que la taradeo mentalmente, engujo una lágima por tu ausencia. Así éramos, sin mayores ataduras ni promesas ni ceremonias, sólo éramos tan simple como eso: una canción que existe, que nos gusta, pero de la que no nos acordamos ni el nombre ni el autor.

Pablo, ¿vamos a jugar?, paso por tu casa, y al terminar los partidos, beberemos sin parar ni cansarnos, sin importar lo que venga mañana, tú en la "4" yo en la "1"; tú delante, yo detrás…

martes, noviembre 06, 2007

GESTOR DE MI DESTINO: Ivysour

Según Ivysour, cada uno es dueño de su destino y responsable de lo que pueda pasarle en la vida. Bueno, quizá tenga razón, pero la verdad es que entonces soy un mal gerente, jajajajajajaja.
No me ha ido bien, así de simple y me jode pensar en ello pero no tengo otra alternativa, es por eso que lo escribo, no sólo me gusta sufrir y quejarme, me gusta escribirlo para sacarlo de mí porque a solas es difícil contar las cosas a otro que no sea yo. No Ivysour, no te reprocho, tan sólo cito mi realidad y te cuento que intento revertir la situación pero hay algo en mí que no me deja, que siempre pone un obstáculo en el camino y vaya si he pasado o esquivado varios.
Algo cierto: he descubierto que, aunque a veces me incomode, me gusta mi soledad, a veces jode, lo digo de verdad, pero en el fondo me gusta; o es que he llegado a un estado en que ya me acostumbré tanto a ella que no me queda otra que amarla. No lo sé, pero como en este preciso momento y muchos otros, la amo, la adoro, la disfruto. Lo que me preocupa es que llegue el día en que la deteste y ¡qué hago si no hay más!
Gracias Ivysour, eres tan vital. Te llevo varios años, los suficientes como para alarmarme porque esta situación no cambia, porque aunque la ame, me convenzo que debo dejarla, que la situación (las otras) no cambian y eso, créeme, me produce unas infinitas y enormes ganas de dormir, ¿entiendes? Y pensar que tengo tanto y tanto que hacer...

miércoles, octubre 31, 2007

ES SÓLO UN VACÍO

Sí, sólo un vacío, pero muy grande el que siento, el que tengo como pesada carga todos los días de mi vida, es tan fuerte que me deja exhausto. Sólo la noche me conforma, cuando duermo, por eso será que siempre estoy dispuesto a enterrarme en la almohada y dejar que el profundo sueño me devore literalmente, son horas maravillosas en que ese vacío desaparece, se esfuma, no pesa más, no trae más recuerdos, no compromete más, tampoco remuerde.
Y trato de llenarlo con variedad: trabajo, deporte, estudio, licor (mucho licor, a veces), pero no se va, o se oculta intimidado pero vuelve, siempre está ahí.
No sé qué sienta al final, quizá me acostumbre, no lo quisiera. Posiblemente las cosas sean así por algo, mientras tanto sigo, tratando de esquivar su fiereza, fuerza, ímpetu y soberbia, pero no lo logro del todo. Estoy a punto de decirme a ejercer una "ética del vacío personal" (¿qué escribí?).
Quisiera postear anécdotas, cosas simples y bonitas como lo hacen otros, pero no me deja, o no me decido, no sé, pero es que lo tengo tan cerca, en la cabeza, el corazón, la vista, el sexo...

jueves, julio 26, 2007

11 DE JULIO

El pasado 11 de julio se cumplió un año de tu partida, cada vez que lo recuerdo me surge un inexplicable vacío en el estómago y una opresión en el pecho que me cuesta controlar. Solías ser tan dulce y cariñosa conmigo, siempre alegre, siempre dispuesta a ofrecerme lo que sea, a darme de comer hasta que me atragante y a lograr sonrojarme con los mismos mimos de cuando tenía 0,1,2,3... 35 años. No se me olvida tampoco tu fino y envidiado sentido del humor, tu porte, elegancia, presencia, ese maquillaje sutil que siempre te acompañaba y te hacía dulcememte diferente. Ese estilo de decir las cosas, esas palabrotas altisonantes que a todo el mundo gustaba e intimidaba al mismo tiempo. Eras y será única, inolvidable, linda, dulce, acogedora. Siempre fuiste el abrigo que podía encontrar, aunque sea a la distancia, para darme calor, fuerza, sosiego.

No me puedo perdonar el no habertelo dicho, el no haberte hecho saber con todas sus letras lo importante que eres para mí, lo mucho que te quiero, lo mucho que siempre te he extrañado, lo mucho que te he admirado. Ahora que no estás, lloro tu ausencia, no me acostumbro a ella, no quiero que sea así. Y es ya un año. Dios se apiadó de mí, me dejó verte días antes de tu dolorosa partida, y así como estabas, no dejaste de ser amorosa y fuerte, terca y valiente.

Decimos que Dios sabe lo que hace, pero creo que esta vez se equivocó contigo, al hacerte padecer una enfermedad tan larga y dolorosa, no lo merecías, no tú. Y otra vez recuerdo que no estuve ahí, que no te acompañé cuando más lo necesitaste, que simplemente te fallé, que te sigo debiendo tanto, tanto, deuda que nunca se pagará.

Sueño con estrecharte en mis brazos otra vez, Dios nos lo va a permitir, Dios me lo va a regalar; sentir tu pecho contra el mío, ese indefinible y delicioso perfume que ni los hospitales, enfermeras, doctores, medicinas y dolor, hiceron que perdieras.

Compruebo que la vida está hecha de momentos, de instantes que debemos aprovechar al máximo, y yo no supe aprovecharlos contigo. Perdóname y no te apartes de mi lado. Te siento ahora, te huelo ahora... no me dejes. Es muy complejo, es muy dificil, no encuentro más palabras, sólo estas últimas: ¡Gracias por todo, tía mamá!

viernes, junio 15, 2007

OTRO DÍA

Gracias Ivysour por tu preocupación y “virtual” compañía. Una vez más aquí, en el cubil del dolor y la felicidad, tratando de explicar lo inexplicable, botando tanto lo que se debe como lo que no.

Me he empeñado en nuevas empresas y aventuras y me da satisfacción decir que lo he hecho con mucho gusto y entusiasmo. Sé que es incierto, que dadas mis singularidades es muy diíficil predecir si el nuevo rumbo tendrá éxito, pero lo importante es que hay una mezcla de entusiasmo y alegría, de esperanza, de creer una vez más (¿creí alguna vez?) que las cosas pueden conseguirse, que la felicidad es una visión, y que simplemente hay que ir por ella paso a paso.

Mi amiga Soledad sigue aquí, pero ha sido quizá ella la que me ha empujado a buscar más cosas, a volver a soñar, a despertar con cansancio pero sonriente cada mañana, a hacer una cosa tras otra sin dejar que se fatigue el corazón.

La soledad, me dice que siga, me indica un camino duro, que muestra una luz al final. No sé si seguiré cayendo, si podré levantarme, si a lo mejor me dejaré vencer, si a lo mejor me abrazo de Soledad y no me levanto más, o si por el contrario, aprenderé (¡a mis años!) a dar un paso atrás sólo si es para impulsarme y saltar hacia adelante.

Pero sigo, viciosamente sigo, con menor pesadez en el corazón que ayer, con la cabeza más tibia, ya no hirviendo, con una sonrisa que me parece increíble haya vuelto...

jueves, mayo 10, 2007

CÍRCULO VICIOSO


Hace poco puse en el blog un enlace a una interesante página donde una triunfadora mujer da constantemente consejos respecto a emprendedorismo, negocios, gente con espíritu batallador, formas mágicas sobre cómo conservar nuestro empleo, agradarle a nuestro jefe o resurgir como el ave fénix luego de cualquier derrota.
No sé a ustedes, pero pese a que me parecen lecturas valiosas, también me doy cuenta que es tan difícil aplicar esas recetas, tan difícil poner en práctica las fórmulas: una cosas es la teoría, otra la práctica.
A estas alturas de mi vida, hace unos minutos me volví a deprimir, volví a decaer anímicamente, ya me está pasando. La verdad es que he logrado muy poco, soy consciente que he sido un estúpido y he desperdiciado mucho tiempo, que hace unos años estoy cambiando el rumbo, que estoy empeñado en avanzar y prosperar, pero no sé si pueda lograrlo, ¿qué hay de malo en mí?. Qué tan incompetente puedo ser para no haber logrado nada importante, otros sin mayor esfuerzo lo han hecho: carro, casa, dinero, familia, amor; sin haberse esforzado mucho. Donde vivo, en mi ciudad natal hay muchos y muchos ejemplos de eso y yo que trato de enmendar, de lograr algo de ese anhelado éxito, no consigo nada, y temo estar arando en el mar, en hacer cosas que en la actualidad me cuestan tanto, pero con la terrible posibilidad que no me den mañana ningún rédito.Parece que el fracaso me llama, que esta vida tan llena de insatisfacciones no me quiere dejar. Leo, escucho, me preparo, trato de cambiar, de imitar a gente de éxito, a gente que ha logrado mucho con poco, pero ¡no me sale! Y Dios (creo en él) es testigo que lo estoy intentando. ¿Somos realmente arquitectos de nuestro propio destino? Alguien que me dé un tip (uno más).

miércoles, mayo 02, 2007

SÓLO UNA PALMADITA


Las personas necesitamos de un aliento, un “empujón anímico” para seguir adelante, de una motivación para saber que lo que hacemos lo podemos continuar, lo podemos llevar a cabo, porque nuestra gente nos respalda.
Pero, qué poco común es eso en nuestro medio, es acaso un razgo no modificable de la personalidad del peruano, no saber decir “felicitaciones”, “suerte”, “te deseo lo mejor”, “tú puedes”. Qué nos pasa, que sucede con nosotros que no podemos aplaudir y apoyar a los que nos rodean, qué tan difícil es para nosotros apoyar las inicitativas de nuestros compañeros, su afán de superación, su emprendedorismo.
La verdad que es una situación bastante deprimente, tal parece que es totalmente cierto aquél dicho popular “que el peruano es el peor enemigo de otro peruano”. Nos regocijamos muy poco (o nada) de los triunfos ajenos, no sé, quizá sea así en todo sitio y estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua, pero lo siento así, muy poco apoyo moral, muy poca alegría por éxitos que no son nuestros sino del vecino, del “amigo”. Acaso esto no es un signo inequívoco de una cultura de la envidia que conducirá casi siempre al estancamiento en diferentes órdenes de la vida.
Lo sentí así, me desanimó, me dolió, me jodió, pero decidí seguir, pero no sé si siempre se pueda seguir pese a esto, no sé si todos estemos en la disposición de seguir “pese a”. Vamos amigos, “rompamos el hielo”, una palmadita en el hombro no le hace mal a nadie.

miércoles, abril 25, 2007

SIN PARAR

Me ha sucedido más de una vez, momentos en que me cuesta mucho mantenerme en pie, en que sólo quiero tirarme a la cama y acurrucarme por tiempo indefinido o salir a la calle y caminar y caminar si rumbo fijo ni hora límite. Esos momentos tan especiales, por así llamarlos, antes eran bastante prolongados aunque de ocurrencia esporádica. Ahora siguen siendo esporádicos, pero se esfuman más pronto, parece que se sufre menos, que el dolor pasa más a prisa. ¿Con los años nos volemos más resistentes al dolor entonces?

No sé si eso sea bueno o malo para las personas, el hecho que la sensibilidad sea inversamente proporcional a la edad (por lo menos lo es en mi caso), ¡válgame Dios!, ¿como el sexo?

Cuántas cosas se modifican con los años, cómo vamos cambiando, interna y externamente: la panza, la flexibilidad, la visión, los sentimientos, la capacidad para asombrarse (cada vez menos de lo que vemos), el amor. Pero de todas formas, siempre, siempre, es el estado mental manejable, ¿será constantemente eso posible para hacer más llevadero el camino hacia el calentamiento global irremediable e inevitable?

Cada persona tiene que vérselas, es que ya no se puede pensar tanto en los demás; sálvense quien pueda se ha dicho, a seguir, adelante con depresiones y desengaños, con más “fracasos” que triunfos, más preocupaciones.

En esos momentos difíciles, que ya dije son pasajeros, cómo quisiera poder escribir, creo que saldrían cosas interesantes, pero es que son esos precisos momentos en que sólo quiero acurrucarme a mi almohada o caminar y caminar sin cesar.

Los años pasan, cambiamos, pero creo que es muy común no cambiar para bien; es más fácil que los cambios se den en el lado negativo, que tengamos que pelear cada día muy duro y no precisamente para conseguir lo que deseamos. El mundo camina hacia un estado de disconformidad total, pero es nuestro mundo, seguimos pese a que lo sabemos, continuamos como si supiéramos que caminamos si parar hacia el fin de un camino luego del cual no hay nada de nada, quizá un precipicio, pero seguimos, andamos y andamos, volteamos atrás, lloramos, luego de un segundo, volvemos a mirar al frente y seguimos …

martes, marzo 27, 2007

¿Y EL RESPETO?


Hay momentos difíciles en la vida en los que uno no sabe qué hacer al instante, cómo reaccionar, qué rumbo tomar... situaciones que vienen de una manera tan inesperada pero frontal y contundente.
Cosas como: ya no podemos renovarte el contrato, o tu proyecto no fue aprobado, o, sabes, ya te estarás imaginando lo que te voy a decir, que por el momento no quiero estar con nadieeeeee... Como si se tratara de decirle a alguien: “hola, qué tal”.
Me he dado cuenta que casi todas las personas carecemos de tino y sentimiento para comunicar ciertas cosas que definitivamente van a herir a los demás, que los van de deprimir, que los van hacer caer muy profundo, tanto que quizá no encuentren la forma de levantarse. Lamentablemente es así, y lo hacen, o lo hacemos escudados en la sinceridad, en la prontitud que deben tener las cosas; en la globalización, porque “cuando llueve todos se mojan” o porque simplemente “las cosas se dicen de frente y sin rodeos”. Qué canivalismo, cuánta insensibilidad.
Y los que la sufrimos, pues la pasamos de hecho mal. A veces tenemos planes, sueños, caminos que nuestros corazones y cerebros han trazado con exactitud ingenieril, objetivos que deseamos cumplir peldaño a peldaño, no importa si lentamente, pero cumplirlos. Y ese momento es tan difícil, ¿cómo reaccionamos?, incógnita, cada persona es tan distinta, pero hay algo en común que nadie podrá jamás discutir: el alma, nuestro corazón siempre sufre en mayor cantidad, no importa si la cara, los gestos, dicen otra cosa, simplemente la procesión va por dentro. Y cuidado, esas terribles procesiones son las que van carcomiéndonos, llenándonos de infelicidad, hundiéndonos y haciendo que nos volvamos inestables, inseguros, temerosos.
Tan solo si todos actuáramos en este globalizado y competitivo mundo con más sensibilidad, con más amor, con más tino, en buena cuenta con más respeto y consideración, poniéndonos en el lugar del otro, que creo es la mejor y más precisa forma de respetarnos. Cuánta deshumanidad, en mayor o menor tamaño, pero ahí está escudándose en la modernidad.
¿Estamos ante una total escasez del que podría ser el más elevado de los valores?, el respeto, hacia dónde vamos, a veces son cosas pequeñas que pueden ir matándonos, y lo peor es que ni si quiera podemos gritar a causa de ese dolor, ni eso...

viernes, marzo 16, 2007

SEX AND THE CITY


No sé cuántas personas estarán de acuerdo conmigo, o cuántas me tildarán de extraño, raro, “¿qué cosa?”. A lo que me refiero es que me encanta, me fascina “Sex and the City”, no sé el porqué de esa fascinación, de gustar de esas historias bastante lejanas a nosotros los latinoamericanos.
Es que son realmente increíbles, la forma como conjugan sus hermosas figuras, hermosos rostros, historias de sexo y relaciones que siempre entre risas, carcajadas y sobresaltos nos dejan algo. Creo que soy bastante menos prejuicioso a partir de Carry y sus amigas; porque ella nos recrea a través de sus sentimientos, su sinceridad, su naturalidad. Samantha (mi preferida), quien se desborda y revuelca en una y mil cópulas que nos muestran que el sexo no es algo vetado a nadie, que es parte de la felicidad de una persona, que debe entenderse como parte de la vida diaria, que no es atable, que no tiene porque ser raro, prohibido, ni si quiera discreto. Y no creo que pensando así estemos haciendo un endemoniado llamado al libertinaje (uff Moseñor Cipriani).
“Sex and the City” es una bella historia, bastante fantasiosa, casi impensable en mi país, por lo menos en mi entorno. Pero es un llamado a la vida, a la naturaleza humana en libertad, al goce, a la naturalidad, a la desinhibición, al amor, es un grito de “¡oye vive, goza!”.
Seríamos mucho menos hipócritas si logramos hacer algo de lo que ellas hacen, si nuestra mente está en nosotros, sin mirar tanto lo ajeno, lo establecido, lo “normal”.
Claro, insisto, es una historia bastante lejana que nos deja siempre una lección. Pero acaso no es por eso también un ideal que podríamos buscar para ser mejores, ser más felices, ser más como nosotros queremos ser.
Es un refrito, en Perú están repitiendo la serie, pero ahí estoy viendo ese cuento de hadas tratando de captar la idea…

viernes, marzo 02, 2007

TRIGÉSIMO SEXTO

Y sí, gracias a todos los que leen mi modestísimo y (actualmente) descuidadísimo Blog, es que el tiempo no da para cuidarlo y darle todo lo que se merece, todo lo que puede aguantar para proveerle más sentido a mi vida. Es que es así, acá puedo “vomitar” todo lo que quiera (a veces lo siento así) o también adornar un poco el ciberespacio, de todas formas, vomitándolo o adornándolo, me siento siempre un poco mejor “luego de…”, es como las tantas veces que he tenido sexo porque sí, me dejo entender (espero), siempre “luego de…” uno se siente mejor, por lo menos eso me ha pasado a mí la mayoría de las veces que lo he hecho porque sí.

Y bueno, mi padrino “Frank Nicotine ” no deja de aconsejarme que sea un poco más desenfadado, que evite la melancolía en mis escritos, que tome las cosas con más ligereza; “Ivysour” me recomienda que sea menos “existencialista” (leí el significado en Encarta, para asegurarme) y creo que no está del todo mal serlo, podría decirse que en eso se basa el actualísimo “know how” de estos días, realmente lo creo y quizá sería delicioso sentarse a beber un Pisco peruano (bueno el Pisco es sólo peruano) y conversar sobre lo obligatoriamente existencialista que debe ser un “know how” hoy en día (uffff). Por último, un amigo anónimo ("Teshuvah") me recomendaba que siga igual, pues en esta vida no hay posibilidad de felicidad alguna, que el pesimismo es la esencia de nuestro existir. Sea como sea, el vomitar o adornar (no sé si me entienden la comparación), me encanta, aunque lo haga tan poco, pero lo adoro, me hace sentir siempre bien.

Y no sé qué trato de explicar, porque al fin y al cabo me senté en mi computadora, para escribir sobre el (¿terrible?) hecho que ya tengo 36 añotes, y la verdad no estoy muy conforme con lo logrado hasta esta altura de mi vida. Como bien me decía una amiga mía hace unos días: “…por lo menos ten un hijo…” Es que ya me conocen, ya se han dado cuenta que la soledad la estoy empezando a “coger” (en el sentido de copular) y me excita, me seduce, me gusta, la verdad gozo de ella. Pero como si sería mi amante fiel, a veces me aturde, me aburre, me intimida. Es a la conclusión a la que he llegado, luego de estos últimos meses, en que me he dado más a compartir con mi amante fiel y no sé hasta qué punto será esto adecuado, positivo, emocionalmente bueno; pero esa es la realidad, mi realidad y como no me enfada del todo, quizá siga adelante con ella.

En fin, tengo 36 añitos, a veces me gusta, otras me asusta. Sigo solo (me entienden no) y estoy casi enamorándome de “mi soledad”, a dónde me llevará esto, no sé y creo que poco me está importando. Sólo quiero seguir viviendo cada día un poco mejor que el anterior, abrazándome de la globalización y mordiendo un poquito de ella cada vez, para alimentarme lo suficiente como para no morir en el siguiente intento. Sólo quiero sentirme bien conmigo mismo, ojalá así logre encontrarme por ahí a quien me haga dejar un poco de lado a mi amante fiel.

Trigésimo sexto aniversario, quien lo diría. Pueden creerme que no me tomé ni un solo trago ese día, es que mi amante fiel no gusta del licor…

martes, enero 16, 2007

HOLA 2007


Aún luego de varios días de empezado el año 2007, todavía no me encuentro adaptado a las exigencias que “el nuevo milenio” nos hará. ¿Se han dado cuenta que últimamente los años pasan y pasan como si volaran? Es increíble, casi ni cuenta me he dado, y ya terminó el 2006 sin que haya podido culminar ni si quiera con la mitad de las cosas que la competitividad y la globalización exigen de nosotros ahora.
Pensé que el tiempo nos daría más, pero no es así. Acaso el mundo marcha más pronto que hace unos años, acaso el día tiene menos horas y no nos hemos percatado. En fin todo avanza, todo camina, casi todo cambia: los presidentes, los alcaldes, el valor del dólar, etc. etc. Pero algunos, como en mi caso, sentimos que no cambiamos en esencia.
Y es que debemos hacerlo, es necesario que nos reprogramemos y ajustemos a las nuevas exigencias del mundo; para no condenarnos al fracaso o a la infelicidad.En esencia no quiere decir que cambiemos nuestros más profundos y excelsos valores, no, con esto trato de decir que reprogramemos nuestra menara de ver las cosas, incluso de sentir. Pero, ¿seremos capaces de hacerlo?, ¿podremos adaptarnos a este mundo en continua transición?, ¿es humanamente posible el intentarlo?
Las personas sentimos, pero parece que el mundo de ahora siente menos que el de ayer. Es tan difícil por eso encontrar a esa personita que te llene en todos los sentidos, es más difícil ahora querer, es más difícil que te quieran, es más fácil ser violento, es más fácil ser insensible ante los problemas de la gente porque “cada uno se las arregla como puede” (“it´s not my bussiness”), es más fácil probar con una cara bonita porque hay menos tiempo de conocer por dentro a aquellas no tan bonitas, ya no importan los sentimientos, importan los pantalones o las camisas que uses, la marca de zapatos que tengas y la discoteca a la que asistas.
Pero seguimos, tercamente, adelante siempre adelante, intentando reprogramarnos hoy de diferente forma a como lo hicimos ayer, para que seamos “competitivos”, para que podamos salir a “pelear” allá afuera. Y a veces logramos ganar, logramos vencer, pero luego, nos damos cuenta que aún estamos solos, que podemos ser los más solitarios de los triunfadores, y viene la melancolía, viene el desencanto, llega la tristeza, una lágrima, una borrachera para olvidarte que no tienes perro quien te ladre… y mañana, otra vez al ruedo, a competir, a ganar, a ser más y más y también más y más solo, ¡es el nuevo año!, ¡bienvenido 2007!