
Aún luego de varios días de empezado el año 2007, todavía no me encuentro adaptado a las exigencias que “el nuevo milenio” nos hará. ¿Se han dado cuenta que últimamente los años pasan y pasan como si volaran? Es increíble, casi ni cuenta me he dado, y ya terminó el 2006 sin que haya podido culminar ni si quiera con la mitad de las cosas que la competitividad y la globalización exigen de nosotros ahora.
Pensé que el tiempo nos daría más, pero no es así. Acaso el mundo marcha más pronto que hace unos años, acaso el día tiene menos horas y no nos hemos percatado. En fin todo avanza, todo camina, casi todo cambia: los presidentes, los alcaldes, el valor del dólar, etc. etc. Pero algunos, como en mi caso, sentimos que no cambiamos en esencia.
Y es que debemos hacerlo, es necesario que nos reprogramemos y ajustemos a las nuevas exigencias del mundo; para no condenarnos al fracaso o a la infelicidad.En esencia no quiere decir que cambiemos nuestros más profundos y excelsos valores, no, con esto trato de decir que reprogramemos nuestra menara de ver las cosas, incluso de sentir. Pero, ¿seremos capaces de hacerlo?, ¿podremos adaptarnos a este mundo en continua transición?, ¿es humanamente posible el intentarlo?
Las personas sentimos, pero parece que el mundo de ahora siente menos que el de ayer. Es tan difícil por eso encontrar a esa personita que te llene en todos los sentidos, es más difícil ahora querer, es más difícil que te quieran, es más fácil ser violento, es más fácil ser insensible ante los problemas de la gente porque “cada uno se las arregla como puede” (“it´s not my bussiness”), es más fácil probar con una cara bonita porque hay menos tiempo de conocer por dentro a aquellas no tan bonitas, ya no importan los sentimientos, importan los pantalones o las camisas que uses, la marca de zapatos que tengas y la discoteca a la que asistas.
Pero seguimos, tercamente, adelante siempre adelante, intentando reprogramarnos hoy de diferente forma a como lo hicimos ayer, para que seamos “competitivos”, para que podamos salir a “pelear” allá afuera. Y a veces logramos ganar, logramos vencer, pero luego, nos damos cuenta que aún estamos solos, que podemos ser los más solitarios de los triunfadores, y viene la melancolía, viene el desencanto, llega la tristeza, una lágrima, una borrachera para olvidarte que no tienes perro quien te ladre… y mañana, otra vez al ruedo, a competir, a ganar, a ser más y más y también más y más solo, ¡es el nuevo año!, ¡bienvenido 2007!
Pensé que el tiempo nos daría más, pero no es así. Acaso el mundo marcha más pronto que hace unos años, acaso el día tiene menos horas y no nos hemos percatado. En fin todo avanza, todo camina, casi todo cambia: los presidentes, los alcaldes, el valor del dólar, etc. etc. Pero algunos, como en mi caso, sentimos que no cambiamos en esencia.
Y es que debemos hacerlo, es necesario que nos reprogramemos y ajustemos a las nuevas exigencias del mundo; para no condenarnos al fracaso o a la infelicidad.En esencia no quiere decir que cambiemos nuestros más profundos y excelsos valores, no, con esto trato de decir que reprogramemos nuestra menara de ver las cosas, incluso de sentir. Pero, ¿seremos capaces de hacerlo?, ¿podremos adaptarnos a este mundo en continua transición?, ¿es humanamente posible el intentarlo?
Las personas sentimos, pero parece que el mundo de ahora siente menos que el de ayer. Es tan difícil por eso encontrar a esa personita que te llene en todos los sentidos, es más difícil ahora querer, es más difícil que te quieran, es más fácil ser violento, es más fácil ser insensible ante los problemas de la gente porque “cada uno se las arregla como puede” (“it´s not my bussiness”), es más fácil probar con una cara bonita porque hay menos tiempo de conocer por dentro a aquellas no tan bonitas, ya no importan los sentimientos, importan los pantalones o las camisas que uses, la marca de zapatos que tengas y la discoteca a la que asistas.
Pero seguimos, tercamente, adelante siempre adelante, intentando reprogramarnos hoy de diferente forma a como lo hicimos ayer, para que seamos “competitivos”, para que podamos salir a “pelear” allá afuera. Y a veces logramos ganar, logramos vencer, pero luego, nos damos cuenta que aún estamos solos, que podemos ser los más solitarios de los triunfadores, y viene la melancolía, viene el desencanto, llega la tristeza, una lágrima, una borrachera para olvidarte que no tienes perro quien te ladre… y mañana, otra vez al ruedo, a competir, a ganar, a ser más y más y también más y más solo, ¡es el nuevo año!, ¡bienvenido 2007!
3 comentarios:
Que tal Lucho, navegaba por ahi y descubri tu blog y te digo la verdad?, me bajoneo un poco, demasiado existencialista y mas que eso, demasiado pesimista tu postura, te cuestionas mucho las cosas, siendo que a veces solo debes dejar que las ideas, las experiencias y la vida misma fluya sin mayores cuestionamientos, todo es por algo, nada es al azar, somos los gestores de nuestro propio destino, la vida que todos tenemos es porque nosotros mismos hemos decidido que sea asi.
No descarto la posibilidad de equivocarme y que haya interpretado erradamente lo que has querido decir en tu blog.
Saludos desde Chile, te visitare pronto.
Pues sí, muchacho, te estas volviendo un tanto pesimista. aunque, claro, no está tan mal, despues de todo, los pesimistas son los que jamás sucumben a la sorpresiva desgracia; siempre están preparados para lo peor y éso los convierte en una especie de botiquín ambulante.
Aún así, no lo lleves al extremo; no podemos sentarnos a lloriquear como colegialas mientras el mundo clava sus colmillos en nuestras pantorrillas.
Cada quien elije como matar a sus judíos, pero me gustaría leer un post tuyo, algo más desparpajado (mira como enrriquezco el idioma con palabras de mi propia cosecha), no se, un poco más despierto y espectante (claro, sin llegar nunca al empalagoso optimismo). A no ser que ésta, en definitiva, sea tu naturaleza; de ser así, estaré complacido de leer tus ciyberlamentos, je.
pd: ésta seguro te vá: "La luz al final del tunel no es una salida...es un tren; y ni siquiera es mio"
Saludos¡¡¡
La luz al final del tunel no es una salida...es un tren-- Je
Yo sí que soy muy pesimista-derrotista. Pero creo que tengo razones para serlo. Las cosas no van a ir a mejor. Este mundo va a peor en casi todos los sentidos. El cambio climático no tiene freno. El otro día leí sobre las armas que tiene estados unidos, y es INCREIBLE. Mientras exigen a países que no usen ni fabriquen "armas de destrucción masiva" ellos experimentan con su propia población, proporcionaron lsd a la gente que protestaba contra la guerra de Vietnan, para narcotizarlos y anularlos. Este mundo está hecho 90% o más de mala gente, y tendrá que venir Dios mismo para echar fuego del cielo como hizo con Sodoma y Gomorra.
El mundo cambia a peor, no se mira al corazón de las personas, sino a su bolsillo, etc, como tú dices en tu escrito.
Leo en internet opiniones sobre la muerte de la hermana de la princesa de asturias (España). Creo que esta chica se suicidó. Con 31 años y una hija de 6. Y me quedo alucinado de lo que dice la gente. Muchos son malintencionados. Es como el circo de gladiadores, se complacen con la sangre, con joder al prójimo. Los periodistas agobian a la gente, no les dejan vivir, para complacer a las masas ávidas de "despellejar" a otros y ver cómo caen. Y ahora, esos mismos periodistas y gente, comentan la muerte de una mujer, que fuera como fuera, a mí me entristece su muerte.
Es HORROROSO. El que quiere ser optimista, o medio-optimista, es un iluso. No hay otra opción que ver la realidad y ésta es lo peor.
Ya no entre la espada y la pared, sino entre el suicidio-complacer a los hijos de mala madre que viven de ver sufrir al otro y aguantar como puedas. Esas son las opciones.
Conformaté con que ese amor que buscas no existe, y si existe, a Dios no le interesa ayudarte a que os encontreis. Él tendrá sus razones. Aguanta en este mundo asqueroso, más que nada, porque sino, solo complaces a la gente que se alegra de las desgracias ajenas.
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