martes, diciembre 11, 2007

OTRA VEZ LLEGASTE

Ya llega, ya viene, esos villancicos antiguos otra vez oiré, y el alboroto de algunos y los regalos para los sobrinos, y el abrazo amoroso a la familia y el aburrimiento y el cuestionamiento. Ya viene...
Es increíble cómo pasa y pasa el tiempo, es un año más lleno de soledad y con pocos avances, pero ya decidí no estar más triste, intentar lo posible, no dejar de hacer lo que me agrada, no mortificarme por ese dinero que YA DEBERÍA TENER y no tengo, por ese trabajo que no mejora, por esa persona que no llega.
Quiero esta Navidad algo distinto, quiero paz conmigo mismo, quiero sentirme bien con Lucho Rojas primero, agradarme, conversarme, entenderme, acompañarme más aún, proponerme cosas pero de común acuerdo entre "lo de adentro y lo de afuera"; incluso contentarme con las cosas que tengo y que a menudo dejo de disfrutar por esa terrible y enfermiza sed de más, de aquello "más" que no llega, que tarda tanto, y que me oprime el pecho y me produce ese temeroso sueño, ése que trato de sentir cada vez menos.
Eso quiero de esta Navidad, ser más humano (me ayudará Almodóvar), ser más hijo, más hermano, ser más yo. Creo que sí puedo, creo que son esas cosas simples de la vida que seres tan simples como yo dejamos pasar, dándonos cuenta, dejamos de ser felices, de estar contentos, de estar bien con nosotros. Quiero descubrir esta Navidad que soy capaz de querer y ser querido, que no soy tan malo, ni tan feo, ni tan aburrido, ni tan borracho, ni tan odioso, ni tan vacío como me veo aún y me ven aún, quiero que la Navidad sea eso para mí: descubrirme, descubrirlos...

lunes, diciembre 03, 2007

EL CINE


No me considero un cinéfilo, pero definitivamente me gustaría. Es que en realidad gozo mucho viendo películas, me encanta “enrollarme” en mi sillón con el control en la mano y una buena taza de té o café, y sufrir, reír, emocionarme, intrigarme, sobrecogerme con buenas películas. Por lo general me gusta de todo un poco, aunque para ser sincero, lo mío son los dramas.

“Perfume de mujer” (la escena del baile de tango es fantástica o el momento en que el Coronel quiere suicidarse o cuando acelera a toda velocidad el auto de lujo “robado”, siendo él un ciego). “La Sociedad de los Poetas Muertos”, “Danza con Lobos”, “Un destello en la oscuridad”, “Filadelfia”, “Secreto en la montaña” (la verdad que lloré con esa desgarradora historia de amor).

Pero, sin dudas he gozado más que con las películas de Pedro Almodóvar, desde la primera que vi, me parece que fue “Kika” hasta la última que pude ver (“La mala educación”). Sí, aún no he podido ver “Volver” y este último sábado disfruté nuevamente de una copia pirata de “Carne Trémula”.

Son estupendas, las historias son tan entretenidas, tan abiertas, se tratan los temas con tal naturalidad, el humor (a veces negro) finísimo y una sensualidad irresistible. “Todo sobre mi madre”, “Tacones lejanos”, “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, “Entre tinieblas”, “Qué he hecho yo para merecer esto”, “Matador”, “Hable con ella”. Todas creo, tienen la singularidad de tratar las “pobrezas” humanas de manera frontal, de tal manera que nos invita a la pluralidad, a escandalizarnos menos de las cosas que en la vida se pueden dar. Y la música, es incomparable, algo tan preciso y que hace que el espectador goce y se estremezca más con el momento, con la trama, con los actores.

No sé mucho de esto, quisiera saber más, pero lo que sí sé es que luego de verlas me siento más humano y menos “extraterrestre”, más contento y más motivado, más sensible y a la vez más fuerte. Es una mezcla de sentimientos y conceptos que me hacen más libre. En “Carne Trémula”, la escena de sexo es tan enérgica (por favor no es pornográfica) y con el fondo de Chavela Vargas que no me quedó otra cosa que repetirla hasta verla tres veces.

Aún no entiendo a la gente que piensa que el cine es sólo para reírse o para ver balaceras y patadas. El cine, lo compruebo, es arte, y el arte es para sentir quizá dejando a segundo plano el entender.

Quiero verlas todas, será difícil conseguirlas en mi “pueblo”, pero las encontraré, las seguiré sintiendo y gracias a él, me haré más humano cada vez.